The 'landscape with fire' had its brief splendour at the end of the 18th century, and apart from the drama represented, its interest lay in allowing the painters to experiment with the shadows and reflections projected by a light coming from the interior of the painting, giving the flames a phantasmagoric character to figures and objects.
In front of one of these works, imaginary, is presented as a mirror this music. Scene of the scene, simulation separated from the original and made audible, an unravelling mirror. A sound space in which various musical figures are arranged and transformed according to a logic that is almost cinematographic.
Rather like a metaphor, this musical narrative stages stylised objects, phonograms in constant transformation, barely recognisable, which unfold according to concepts that work by mental associations and are not far removed from the events that surround our lives. Thus, music oscillates like a Proustian character between a natural landscape and an abstract architecture; between sentimental adventure and ideas.
Music or monocle: the world behind.
Paisaje con incendio, un friso para orquesta
El ‘paisaje con incendio’ tuvo su breve esplendor a finales del XVIII, y aparte del drama representado, su interés residía en permitir a los pintores estudiar y experimentar con las sombras y reflejos proyectados por una luz que provenía del interior del cuadro, dando las llamas a personajes y objetos un carácter fantasmagórico.
Frente a una de estas obras, imaginaria, se presenta como espejo esta música. Escena de la escena, simulacro separado del original pictórico y hecho audible. Espejo que multiplica, o que diferentemente dispuesto, cambia las apariencias del panorama que en él se deshace y recrea con total independencia de sus medidas y equilibrio originales. Espacio sonoro en el que se disponen varias figuras musicales que se suceden, sobreponen y transforman de acuerdo a una lógica ya propia, casi cinematográfica.
Más bien metáfora, esta narratividad musical pone en escena objetos estilizados, fotografías sonoras en constante transformación, apenas reconocibles, que en el espacio virtual evocado se desenvuelven de acuerdo a conceptos que funcionan por asociaciones mentales y que no están muy lejos de los acontecimientos que rodean nuestras vidas. Contribuye así la música a una figuración de lo sensible, oscilando como un personaje proustiano entre un paisaje natural y una arquitectura abstracta; entre la aventura sentimental y las ideas.
La música o el monóculo: detrás el mundo.